Leer Juan
5: 1-18
Existen
muchas cosas relevantes de esta parte de la Biblia que me gustaría resaltar:
1.
Para alcanzar la sanidad, debemos
estar dispuestos a dar un paso de fe (versículos 1-4).
Leyendo el pasaje Bíblico, nos encontramos con una multitud de enfermos
que esperaban el agitar del agua para poder sumergirse en el estanque. Esto requería
el estar concentrados en observar el agitamiento del agua y luego sumergirse lo
más pronto posible, pues solo el primero que se sumergiere quedaría sano.
2.
De entre muchos enfermos, Jesús
selecciono uno solo (versículos 5 – 6)
Jesús puso sus ojos en un hombre (paralitico) que llevaba 38 años en ese
estado. Cuando leo este pasaje, siempre pasa por mi mente esta pregunta: ¿Por qué él fue seleccionado de entre tantos que
estaban allí? Imagínense cuantas personas enfermas estaban en ese lugar. La
Biblia habla de una multitud. Imagínese cuantos enfermos: diferentes clases
sociales, tipos de enfermedades, edades, cuantos años enfermos y Jesús solo se
centra en uno de ellos.
Al mismo tiempo me pregunto: ¿que habrán
pensado los otros enfermos que estaban cerca del que fue sanado? A lo mejor
pensaron lo mismo que muchos de nosotros pensamos en la actualidad, ¿Por qué a él y no a mí? O, Yo también quiero ser sano!
Lo que es verdaderamente importante rescatar de esto es que la clave está
en ESPERAR en el Señor. Este paralitico había esperado 38 años y si él estaba
cerca de este estanque, es porque su fe estaba aún intacta. Que vio a muchos
sanarse, es verdad, que a lo mejor hubo momentos en los que él pensó yo también
quiero ser sano, claro que sí. Pero su fe estuvo intacta. Nosotros también
debemos mantener nuestra fe intacta.
3.
Para recibir, debemos confesar aun
cuando existan peros de por medio (versículos 7-8)
A simple vista, la respuesta se cae de madura. Jesús pregunta ¿Quieres ser sano? Creo que el 99% de las personas enfermas tendría
una corta respuesta: Claro que sí.
Sin embargo, este enfermo le responde a Jesús con la causa por la cual el no podía
ser sano: “Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el
estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende
antes que yo”. Cuantas veces estamos en la misma condición, no solo en la salud
física, sino en la salud mental y espiritual y limitamos el poder de Dios con
nuestros peros y pretextos. Si creemos en Dios, apropiémonos también de sus
promesas escritas en la Biblia. He aquí algunos versículos bíblicos que hablan
de la sanidad que podemos encontrar en las santas escrituras: Jeremías 30:17, Jeremías 33:6, 2 Crónicas
30:20, Salmos 147:3. Apropiémonos pues
de estas promesas y pidamos al Señor por sanidad en nuestras vidas. Solo Dios
tiene el poder para sanarnos de nuestras enfermedades y liberarnos de nuestras
luchas y adicciones.
4.
Si hemos sido sanados, lo menos que
podemos hacer es TESTIFICAR (versículos 9-18)
Esta es una de las cosas que más me impacta de este pasaje Bíblico. Jesús
ordena al paralitico luego de sanarlo el tomar su lecho y andar (caminar). Un lecho
que había sido su fiel amigo durante 38 años pero que representaba tristeza,
dolor y sobre todo la incapacidad en la que había estado sumergido. Pero Jesús
le ordeno cargarlo y definitivamente es para que sirviese de testimonio de su
sanidad.
De la misma manera, debe ser importante para nosotros el dar a conocer
de nuestro testimonio a aquellos que no conocen de Dios y más aun a aquellos
que saben que Dios existe, pero que están sumergidos en la confusión.
Bendiciones!
Bendiciones!
cochinada de pagina busque pregunas no consejos
ResponderEliminarcochinada de pagina busque pregunas no consejos
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